Inclusión de las Tics en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Vivimos en tiempos de modernidad líquida (Bauman), donde todo es pasajero, donde cada artefacto diseñado es nuevo hoy y obsoleto mañana, donde la información viaja a una velocidad incalculable, donde esperar es un fastidio, pero sobretodo donde la memoria y el conocimiento están en permanente cambio. Es precisamente aquí, en este último punto donde queremos detenernos.
 En este estadio de modernidad liquida la memoria es totalmente inútil, para qué la necesitamos, si tenemos en nuestras manos un celular con agenda o una computadora, que guarda todo en su “cerebro”. El trabajo de memorizar es una pérdida de tiempo donde se produce más desperdicio, que algo realmente útil.
 Existen estudios sobre el  multitasking que es la capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Mandar un mensaje de texto y manejar el auto, escuchar música y leer, hablar por teléfono y cocinar, entre muchas otras cosas que todos hacemos de esta manera. Pero esto tiene una ventaja, aumenta la capacidad de relacionar una cosa con la otra, de ir en busca del conocimiento y  no esperar que sea transmitido, pero lo negativo de esto es que disminuye la atención y se va perdiendo poco a poco la memoria porque, como dijimos antes, para qué guardar información si lo hace la computadora o el celular o mejor aún, está en Internet.
¿Pero cuál sería entonces el rol de la educación después de este panorama desalentador? Ciertamente la escuela se ha quedado parada en el umbral de esta modernidad, pareciera que estar en la escuela, es estar totalmente desconectado del mundo. Cuantas veces habrán escuchado de sus hijos, sobrinos o nietos que está prohibido llevar el celular o si lo lleva  éste tendrá que estar apagado. Esta práctica evidencia notoriamente la desconexión que existe entre la escuela y el mundo. Pareciera ser  que escuela y mundo, son dos polos opuestos, aunque a nuestro parecer  deberían estar uno dentro del otro, cada uno solidario con el otro. Es decir, que desconectarse en la puerta de la escuela no es una buena opción.
Hasta aquí la nueva modernidad implica una nueva visión de la escuela, la cual sería reintroducirse en el mundo y el mundo a su vez reintroducirse en la escuela. Con esto queremos dejar en claro que desde aquí apostamos a  que debe formar parte de la era digital, aceptando las ventajas y desventajas que esto implica.
 Haremos referencia a dos puntos fundamentales: los maestros, y los nuevos modos de alfabetización.
 A los maestros los han encerrado en una caja con una gran etiqueta que dice “ no queremos internet en el aula” o “con internet perdemos el poder, ya no somos los que sabemos todo”. Nosotras creemos que no es tan así como se piensa, seguramente sí habrá algunos que se nieguen al uso de  internet, pero habrá muchos otros que no, y es en este punto donde empieza la discusión.
 Los maestros y los alumnos, en su gran mayoría, están conectados a internet, casi todas las escuelas tienen internet, aunque en algunas su funcionamiento es deficitario,  al fin y al cabo están en cierto modo conectadas. Pero es en el sistema educativo donde encontramos el vacio, en la lenta gestión que no permite introducir internet en el aula, ni en el curriculum. Es obvio que los maestros van a negarse al uso de internet si no saben cómo enseñar utilizando ese recurso, pues tampoco nadie se los ha explicado, por lo tanto, no se puede enseñar algo que no se sabe, o de lo que se sabe menos que el estudiante. Por ende, hay que pensar primero en los docentes, en una buena capacitación en la que se aborden temas de implementación didáctica y no la pérdida de tiempo que resulta, muchas veces, de enseñar a usar un determinado programa.
Por ejemplo ¿es YouTube  una tecnología de la información y la comunicación? En realidad es algo más, es hacer videos, es un espacio creativo, un lugar donde construir, realizar y compartir los productos que surgen de la creatividad y el conocimiento, al igual que  armar un blog y compartir la información con un número incalculable de personas, entre otras miles de cosas que se pueden hacer para salir de una vez por todas de esa enseñanza - aprendizaje que queda entre el estudiante y el docente. Por supuesto tiene sus desventajas, pero es como todo, el problema no es internet sino el uso que el usuario le da.  Por lo tanto a las nuevas tecnologías en el aula, no se las debe pensar en si como una “tecnología” sino como un contenido, como una herramienta para el hoy y el mañana. Pensarla de esta manera es pensarla en sí como una utilidad, con un fin.
Otro de los puntos que habíamos mencionado anteriormente, es lo que esto implica los nuevos modos de alfabetización.
Antes solo era preciso saber leer, escribir y sumar, como si comprender no estuviera en los planes de ningún curriculum. En cambio en  la actualidad lo imprescindible es comprender, saber de qué se está hablando, escribiendo, leyendo o escuchando y es así como este nuevo concepto de alfabetización digital se ha introducido en el campo de la educación.
Hoy en día esta alfabetización ha quebrado, como dice Emilia Ferreiro, la forma de escribir, leer y producir textos. Ya no hay una distinción entre zurdos y diestros, pues escribir en el teclado requiere de las dos manos. Ya somos escritores y editores de nuestras propias producciones, inclusive leer ha cambiado su forma, lo hacemos desde la pantalla y pocos desde el libro.
Pero no solo leemos textos, también leemos imágenes, y para eso y todo lo mencionado anteriormente, es necesario estar medianamente alfabetizados, y esto significa entender la multiplicidad de  lenguajes que circulan por la web, no solo el escrito y el oral, sino también el audiovisual.
Esta alfabetización digital que involucra nuevos lenguajes y nuevos modos de ver y saber, abre un gran abanico de posibilidades y recursos que son sumamente provechosos para trabajar en el aula y fuera de ella. Pero para poder hacerlo es necesario docentes bien capacitados, que se comprometan con la tarea y sobre todo, la fuerte presencia  del Estado.
Si bien reconocemos, porque, tuvimos la posibilidad de realizar una entrevista, que hay escuelas que poseen toda la tecnología desde jardín de infantes, y que éstas son aprovechadas adecuadamente, desde un punto de vista didáctico, critico y reflexivo; también reconocemos que muchas otras  poseen un acceso limitado y que esta circunstancia determina de algún modo la posibilidad de aprender.
Es por eso que nuestro anhelo es que esas escuelas que poseen tecnología no sean unas pocas sino la mayoría, que el estar conectado no sea un privilegio sino un derecho, y sobre todo estamos totalmente convencidas de que  el mercado podrá inventar cientos de objetos tecnológicos por día, que hagan que la información viaje a un ritmo sin igual, los cuales circularán en nuestra vida diaria por doquier. Pero no serán un problema en el futuro, mientras estemos lo suficientemente alfabetizados para decodificar y entender críticamente los mensajes.

“Entre el pasado imperfecto y el futuro simple, está el germen del presente continuo” E. Ferreiro.






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