Nunca imaginé que el destino y, unas maestras que con su ejemplo me llenaron el alma, me condujeran a donde hoy estoy. Pero la vida te enseña y yo quiero, como la vida, ENSEñAR.
EN ÉSTA LUCHA, LA TIZA ES MI ARMA.
QUIERO SEGUIR EN ÉSTA LUCHA QUE POCOS LUCHAMOS
QUIERO SEGUIR EN ÉSTA LUCHA QUE POCOS LUCHAMOS
Vamos camino a la perdida total de valores en pos de un materialismo que nos conducirá irremediablemente a la barbarie, a un canibalismo de dinero y de bienes, a una desesperación de poder.
Ya no luchamos por enseñar valores morales, sino, valores monetarios, estamos deseosos de brindar técnicas de apropiación y no de esmero.
Vamos,indiscutiblemente, en caída vertiginosa, al vació de lo espiritual, al holocausto de la cultura, a la guerra de poderes, a la división más abismal entre los que tiene y los que no.
Ya hemos perdido la mitad de la batalla, la educación en valores es casi algo utópico, mientras los valores materiales ganan terreno en forma desesperante.
Los padres han dejado que la televisión eduque a los hijos, con la excusa del trabajo, de la posición económica más alta. Hoy suplimos con marcas líderes lo que no podemos dar como líderes. Hoy compramos el amor en el mercado de los lujos, hoy ya nada se compara con lo que podría brindar la familia. Hoy es hoy y mañana no importa.
Estamos dejando que el capitalismo nos absorba, no aliene, nos coma. Como cosas reemplazables, como objetos descartables.
La escuela se va convirtiendo en un refugio de contención para los que el mercado deja afuera, hoy no se trata de educar para incluir, aunque así se diga, hoy se trata nuevamente de contener a los bárbaros. Excluimos desde la inclusión , solapadamente, enseñamos a soportar la pobreza, a asumirla y no a combatirla. Hemos vuelto a la época en que separábamos en élite a los pobres y a los ricos, haciendo de ellos el futuro de los pobres y ricos que vendrán.
Me quedan esperanzas de una educación mejor, por esa esperanza es que lucho contra los que dicen que ser docente es resignarse a ser pobre y a pelear contra algo que no podremos cambiar. Yo creo firmemente que SI SE PUEDE, que hay que hacerlo, por eso y por el amor que te devuelven, todos los días, esos niños a los que la sociedad quiere relegar, a los que quiere dejar sin herramientas para la lucha de poderes que se avecina, es que sigo y me esfuerzo y me juego por ésto que para mi solo se define de una manera. VOCACIÓN.